(1875-1908), nacido en Comayagüela, Honduras, es el primer poeta hondureño que salió de Centroamérica para embeberse en las corrientes culturales de otras latitudes. Es uno de los grandes exponentes del modernismo en Centroamérica y su obra de gran calidad literaria lo consagra como el escritor hondureño más universal. En 1892, en un viaje a Brasil, -en cuyo trayecto escribe “Salutación a los Poetas Brasileños”- conoce al poeta nicaragüense Rubén Darío, quien incidirá grandemente en su estilo. Visitó España, donde colaboró en el recién fundado "ABC" de Madrid, y varios países de Sudamérica, dejando huellas permanentes en su obra. Castelar alabó su canto "El Águila" y Rubén Darío su "Salutación a los Poemas Brasileños".
Sursum
No nos separaremos un momento
porque –cuando se extingan nuestras vidas–
nuestras dos almas cruzarán unidas el éter,
en continuo ascendimiento.
Ajenas al humano sufrimiento
,de las innobles carnes desprendidas,
serán en una llama confundidas
en la región azul del firmamento.
Sin dejar huellas ni invisibles rastros,
más allá de la gloria de los astros,
entre auroras de eternos arreboles,
a obedecer iremos la divinale
y fatal y suprema que dominalos espacios
las almas y los soles.
Otros poemas de Juan Ramón Molina: http://www.poesiabreve.com/juanmolina.html